Fue Rubén en tiempos de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a su madre Lea; y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo. Y ella respondió: ¡Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo. Cuando, pues, Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo; Llégate a mí, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche.
Génesis Capítulo 30 versículos del 14 al 16